lunes, 20 de octubre de 2008

Imperios, terrorismos y terroristas en la Historiapor Joel Sangronis Padrón(*) Tuesday, Oct. 10, 2006 at 11:40 AM
El terrorismo puede ser definido como la acción o acciones violentas llevadas a cabo por un individuo, un grupo, un movimiento político o un gobierno, en forma injusta e ilegal, en contra de una determinada población civil, con la finalidad de sembrar en ella el miedo o terror para así obtener sus fines políticos, militares o económicos.
El problema con esta o cualquier otra definición parecida radica en como determinar quien tiene el derecho a establecer, y bajo que parámetros, la calificación o la condición de justa o injusta, legal o ilegal, a una determinada acción. Por ejemplo: Estrellar un avión contra un edificio es injusto, ilegal y terrorista, pero bombardear una ciudad (Falulla) con un elemento absolutamente prohibido por la convención de Ginebra como lo es el fósforo blanco es justo, legal y civilizado. Secuestrar a dos soldados israelíes por parte de la resistencia palestina es un acto claramente terrorista según la visión de los gobiernos y agencias informativas occidentales, pero secuestrar a cientos de civiles sin derecho a la defensa, sometiéndolos a aislamiento y torturas físicas y psicológicas en Guantánamo y varias cárceles secretas en todo el mundo son acciones legales, legítimas y hasta dignas de aplauso y reconocimiento al realizarlas el gobierno de los EEUU. Esta doble moral no es nueva. A lo largo de la historia los imperios siempre han actuado de la misma forma. En los últimos dos mil años quienes detentaron el poder en el mundo siempre se arrogaron para si el derecho a anatemizar y criminalizar las acciones de quienes se resistieron y combatieron su poder y dominio. En la época antigua los romanos descalificaban a quienes se resistían a su poder imperial denominándolos “Bárbaros”. En el siglo I A.C el esclavo Espartaco encabezó una rebelión de esclavos que tuvo en jaque al poder imperial romano, pero lo que fue calificado por ellos como un alzamiento “terrorista” ha pasado a la historia como un movimiento precursor de la libertad en el mundo occidental. ¿Los apóstoles Pedro y Pablo no fueron acusados por Nerón de algo muy parecido al actual concepto de terrorismo? ¿No se les culpo de atentar contra la “Pax Romana?, ¿de ser promotores del incendio de Roma? ¿Considerarían los franceses de hoy en día que su héroe nacional Vercingetorix, gran caudillo de la resistencia gala frente a las legiones romanas con Julio César a la cabeza, es un terrorista histórico? Pues los líderes del imperio romano así lo consideraron y lo ejecutaron afrentosamente en el año 46 A.C. Y ya que estamos en tierras galas, Asterix y Obelix, personajes de historieta muy queridos desde mi niñez, ¿no estarán sembrando un peligroso ejemplo de terrorismo en las mentes de los niños que leen sus aventuras con esa manía de resistir hoy, mañana y siempre al imperio invasor? ¿Y que decir de Emilio Salgari? ¿No debería ser prohibidas y quemadas con transmisión directa de CNN las obras de un autor que hace una flagrante apología del terrorismo en “Sandokan El Tigre de La Malasia”? Un nativo semisalvaje, (para los anglosajones todo nativo siempre es semisalvaje), que osa alzarse en contra de su graciosa y serena majestad británica…¡y encima tiene el mal gusto de ganarle!. ¿Se puede olvidar acaso que en pleno siglo XX el imperio británico a través de su primer ministro Winston Churchill declaró terrorista a una de las figuras espirituales más grandes de la historia, El Mahatma Gandhi en su lucha por la independencia de la India? ¿La Resistencia francesa a la ocupación nazi en la segunda guerra mundial no fue acusada por estos de terroristas? Apenas cinco años después de concluida esta guerra, eran los franceses los que acusaban de terroristas a los patriotas argelinos que luchaban por su libertad. ¿Eran acaso terroristas los legendarios guerrilleros partisanos, rusos y yugoeslavos, que sembraron el miedo entre los invasores nazis? Más de treinta años estuvo ese gigante ético y espiritual que es Nelson Mandela preso en las mazmorras del régimen racista y nazi surafricano, acusado de terrorista por pedir y lucha por la libertad e igualdad de los surafricanos en su propia tierra sin que los gobiernos estadounidense o europeos movieran un dedo para lograr su liberación. ¿El gobierno mexicano, hoy tan sumiso y cipayo del imperio estadounidense, estaría de acuerdo en la calificación de bandido y bandolero (hoy terrorista) que el gobierno norteamericano le endilgó a Doroteo Arango (Pancho Villa) y de la invasión antiterrorista que el General Pershing hizo del territorio mexicano para capturarlo? El furercito Aznar y su aun peor sucesor dentro del neofranquismo español, Rajoy, ¿estarían de acuerdo en cambiar el nombre del famoso cuadro de Goya “Fusilamientos en el Prado” por el de “Fusilamientos de Terroristas”? porque hasta donde entiendo, los patriotas españoles que fueron fusilados por resistir a las tropas de ocupación francesas y que inmortalizó el maestro Goya en su obra en nada se diferencian de los patriotas iraquíes que hoy son acusados de terroristas por luchar y resistir contra el ejercito invasor anglosajón (que en su momento también contó con tropas españolas). ¿Que calificativo les daría hoy el imperio norteamericano y sus transnacionales de la información a figuras que encabezaron luchas populares en América Latina como Artigas, Morazán, Zapata, Hidalgo y Sandino si actuaran en este tiempo con los mismos métodos, los mismos ideales y las mismas banderas que en su momento enarbolaron? ¿Los acusarían de terroristas? Para finalizar, ¿no sería acusado de terrorista hoy nuestro Libertador Simón Bolívar por emitir su famoso Decreto de Guerra a Muerte? ¿No fue acusado de terrorista ayer, y sigue siéndolo hoy, por los mismos plumíferos cagatintas de la oligarquía, el General del Pueblo Soberano Ezequiel Zamora? Como vemos, la calificación de terroristas en la historia da mucho que pensar. (*)Profesor UNERMB Joelsanp02@yahoo.com

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